Clase: El altar

Descansan en una corona reciclada, flores sintéticas en mi altar. Al lado construí una casita en donde vive una hermana de esas que te aman mas que a su propia vida. Una boina haciéndole referencia a un abuelo que descansa en un grito que nunca se dio. Un cuadro de una bailarina hablando de la felicidad mientras mira al suelo. Un tutú dorado lleva puesto. Unas flores desde hace años lleva mirando. Las palmas que me enamoraron aquel día. Brillan las lucecitas cálidas del 25 de diciembre todo el año. Hay un a rosa que jamás florecerá pidiéndome que le recuerde su fecha. Creo que todas las flores son de embuste porque le tengo miedo a morir.Un anuncio de coca cola se coló. El mar me lo regaló no se cuando. Hay un adorno que solía ponerme en mi cabello cuando este abundaba. Destacado reconocimiento a la primera bebida que tocaron mis labios. La primera sortija que me dio mi madre. Sabrá cuantas veces habré cumplido 20 en esa foto. La vela que solo se apaga si se cansa de ser vela. Tengo a la muerte «on display» vestida de un azul royal crucificado. Unas piedras que creo saber que son mágicas, probablemente sean piedras. La pulsera de perlas que tengo miedo a perder. Un rosario por eso del tal vez. Como siempre, andan escondidas las palabras que me hacen ser yo, en una cosa de cristal ahí que encontré en algún reguero de mi cuarto. Tuve que limpiar mi altar. Estaba lleno de polvo, ya está limpio, sabrá Dios cuánto me dure así.

-Natalia M.